lunes, 7 de mayo de 2012

Enclavada en el bosque de Mar de las Pampas, esta obra de Lado-Petry juega con la integración con el paisaje y las visuales largas.



La historia de esta casa arrancó cuando llegaron al estudio unos nuevos clientes (un matrimonio con dos hijas) que necesitaban una casa en dos plantas con funciones diferenciadas; planta baja para huéspedes y planta alta para la familia. A estos requerimientos se sumó que la dueña de casa, quien se dedica a terapias alternativas y reiki, necesitaba un espacio para meditar y para realizar seminarios o encuentros con colegas y pacientes.
Entonces, se propuso un doble acceso (uno por planta baja y otro por planta alta) para que puedan realizarse las actividades familiares y profesionales simultáneamente.




El lote es de 15 x 30 metros, como casi todos los de Mar de las Pampas. Si bien no son demasiado grandes, se trata de lotes que logran largas vistas y zonas de intimidad gracias al frondoso bosque de pinos y a las diferencias de niveles provocadas por los médanos. Estas variables fueron aprovechadas en la Casa Iluminada cuando los proyectistas enmarcaron las vistas con grandes ventanales en los ambientes principales en planta alta. Conectaron las dos plantas a través de una circulación que permite llegar al espacio de meditación y al estudio, sin pasar por las áreas que utiliza la familia. El recorrido continúa por un deck de madera que se extiende hacia el bosque.


martes, 1 de mayo de 2012

 

Una enamorada del muro cubriendo totalmente una fachada puede ser muy perjudicial para el objeto de su amor, el muro. Al crecer adherida a la pared, sus ventosas pueden ingresar en grietas y juntas y desencadenar desprendimientos y humedad, e incluso ser refugio de insectos y roedores. Los sistemas de paredes verdes se han desarrollado para prevenir esas patologías en las fachadas y aprovechar los beneficios que la vegetación puede aportar respecto a la aislación térmica.

La estructura de mallas y cables de acero inoxidable de la pared verde puede crear un colchón de aire entre el muro o fachada vidriada y la vegetación. De ese modo, el sistema tiene un efecto regulador de la temperatura interior, promoviendo una ventilación óptima y conformando escudo contra la lluvia torrencial o la radiación ultravioleta.

Las mallas se sujetan a la fachada con brocas y se utilizan sujetadores de plástico en los cruces de cables y alambres. En los extremos se colocan terminales tanto en los cables como en las mallas.

El diseño de la estructura está condicionado por el patrón de escalado de la planta. 

Las trepadoras que escalan con ventosas o con raíces quedan descartadas porque pueden dañar el muro. Según los especialistas, las especies más adecuadas son las trepadoras que se enredan alrededor de sus apoyos y solo requieren de un único soporte vertical (cable). También las trepadoras por zarcillo (un tallo espiralado) del que se sirven ciertas plantas para sujetarse a una superficie. En ese caso, una estructura reticular proporciona el mejor soporte. Por último, las plantas que escalan mediante espinas en forma de gancho, donde las estructuras horizontales son las adecuadas para su tipo.