Enclavada en el bosque de Mar de las Pampas, esta obra de Lado-Petry juega con la integración con el paisaje y las visuales largas.
La historia de esta casa arrancó cuando llegaron al estudio unos nuevos clientes (un matrimonio con dos hijas) que necesitaban una casa en dos plantas con funciones diferenciadas; planta baja para huéspedes y planta alta para la familia. A estos requerimientos se sumó que la dueña de casa, quien se dedica a terapias alternativas y reiki, necesitaba un espacio para meditar y para realizar seminarios o encuentros con colegas y pacientes.
Entonces, se propuso un doble acceso (uno por planta baja y otro por planta alta) para que puedan realizarse las actividades familiares y profesionales simultáneamente.
El lote es de 15 x 30 metros, como casi todos los de Mar de las Pampas. Si bien no son demasiado grandes, se trata de lotes que logran largas vistas y zonas de intimidad gracias al frondoso bosque de pinos y a las diferencias de niveles provocadas por los médanos. Estas variables fueron aprovechadas en la Casa Iluminada cuando los proyectistas enmarcaron las vistas con grandes ventanales en los ambientes principales en planta alta. Conectaron las dos plantas a través de una circulación que permite llegar al espacio de meditación y al estudio, sin pasar por las áreas que utiliza la familia. El recorrido continúa por un deck de madera que se extiende hacia el bosque.